Midnight Crackles

Las ví y supe que las tenía que hacer en cuanto pudiera y es que... llevan chocolate y además especias.

Soy fan absoluta del chocolate, me gusta de cualquier forma: negro, blanco, con leche, con almendras, con avellanas, con arroz inflado... en tableta, en helado, caliente, frio..... Y sí, también lo soy de las especias. Me gusta el toque que dan a las comidas y en mi cocina no falta prácticamente ninguna ya que las uso con bastante asiduidad. En postres en raras ocasiones las había utilizado (más que la canela), así que pensé que este era un buen momento para empezar.

La receta es de My Sweet Carrot Cake. No podría apuntar su origen concreto pero está claro que merece la pena probarlas. Aquí os dejo la receta.

INGREDIENTES
140 gr de azúcar moreno
150 gr de chocolate para fundir
70 gr de mantequilla
170 gr de harina
30 gr de cacao (yo os recomiendo el cacao sin azúcar de valor)
media cucharadita de bicarbonato
una pizca de clavo molido
una pizca de canela
1 huevo

ELABORACIÓN
Ponemos el azúcar, el chocolate y la mantequilla en un cazo a fuego lento para que fundan.

Hay que tener cuidado de que no se queme el chocolate así que es recomendable remover la mezcla. Cuando ya esté todo derretido lo dejamos enfriar.
Mientras tamizamos en un bol la harina, el cacao, el bicarbonato, el clavo molido y la canela.

Acordaros que es muy importante tamizar siempre los ingredientes secos pues así la masa no se apelmazará. Una vez tamizado nos quedará esto:

Una vez que el chocolate ya esté frio le añadimos el huevo y batimos hasta que se integre.

Cuando la masa esté uniforme añadimos la mezcla de los ingredientes secos (harina, cacao, bicarbonato, clavo y canela)

Cuando hayamos acabado nos quedará una masa quebradiza y difícil de manejar con la que debemos hacer una bola, envolverla en film y meterla en la nevera durante una hora.

Al meterla en la nevera le daremos consistencia y será más fácil manejar la masa y más difícil que se nos rompa (la masa de estas galletas es muy muy muy quebradiza)

Precalentamos el horno a 180 y una vez que haya pasado la hora la sacaremos de la nevera e iremos haciendo pequeñas bolitas con la masa (con esta cantidad tendremos unas quince bolitas) que iremos colocando en una bandeja de horno sobre papel vegetal.

Pero esta no es la forma definitiva de las galletas sino que son más aplanaditas así que toca aplastarlas. Lo podemos hacer simplemente con los dedos aunque os recomiendo que para que queden más igualaditas lo hagáis con el culo de un vaso. Cogéis un vaso que tenga una base lisa y hacéis una pequeña presión sobre la galleta. Y digo pequeña porque es pequeña jeje, no os paséis ya que al hacerlo puede ocurrir que aplastéis demasiado la galleta y que esta se resquebraje.

Os quedarán así:

 

Ahora ya están listas para meter en el horno. Las dejaremos unos diez minutos y las sacaremos. Quizás penseis que no están hechas porque aún están blanditas pero os aseguro que sí. Si las dejáis más tiempo se secarían y al enfriar estarían muy duras y lo que buscamos es una galleta más bien "bizcochona", blandita.

 Las dejamos enfriar 5 minutitos en la bandeja y luego las pasamos a una rejilla para que acaben de enfriar completamente.... Y ya están listas para comer sin parar

Son unas galletas muy sabrosas que tienen un toque muy especial.

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Un abrazo