Donuts

Cuando pienso en Donuts pienso en Barrio Sésamo. Sí, no me estoy volviendo loca, pero inevitablemente asocio este postre a la merienda, a cuando era pequeña y llegaban las seis de la tarde y mi madre nos ponía a Espinete, Chema y Don Pinpón. Es la merienda de toda la vida, los donuts... con ese azúcar por encima y con ese toque de vainilla taaaaan bueno. Los adoroy los sigo adorando, no tengo remedio.

Hacer donuts no tiene ningún misterio, sólo estar dispuesta a pringarte (y es que la masa es un poco pegajosa). Ah... y por supuesto echarle imaginación... y es que los donuts son tan agradecidos que aguantan cualquier acompañante (chocolate, crema pastelera, glasa, nocilla....)

Aquí os dejo la receta:

INGREDIENTES:

25 gr de levadura de panadería (la venden en supermercados en la zona de refrigerados)

250 ml de leche

5 gr de sal

50 gr de mantequilla

2 huevos

450 gr de harina con levadura (no harina normal, la harina de repostería que lleva levadura incorporada)

50 gr de azúcar vainillada

50 gr de azúcar normal

ELABORACIÓN

Mezclamos con muuuuuucha paciencia todos los ingredientes hasta que tengamos una masa homogénea. Digo que hay que tener paciencia porque lo cierto es que es muy pegajosa y pringosa por lo que siempre deberíais tener la harina cerquita para poder amasar con más facilidad.

Una vez que tenemos la masa la dejamos en un bol y tapamos con un trapo de cocina durante una hora. En asturiano lo llamamos deldar y lo que significa es que dejamos que la levadura haga su efecto haciendo crecer la masa. De hecho la masa crece tanto que dobla prácticamente su volumen.

Pasada esa hora tomamos la masa y con un rodillo la alisamos y prodecemos a cortar. Hay cortadores específicos para donuts pero tampoco es absolutamente necesario. Podemos utilizar un cortador redondo y para el agujerito usaremos el bocal de una botella. 

Os aconsejo también que según vayamos cortandolo coloquemos en papelitos de papel de horno que previamente hayamos cortado del tamaño del donut (luego explicaré por qué). Una vez cortados todos los donuts volvemos a tapar con el trapo de cocina y dejamos reposar otra hora.

Pasada la hora ya es el momento de freír los donuts. Sí, sí, los donuts se fríen, no van al horno como muchos creen (aunque también hay recetas de horno, francamente prefiero los fritos). Para freirlos no usaremos una sarten ya que su diámetro es amplio pero no su profundidad. Será mejor utilizar un cazo que aunque sea más estrecho es más profundo. 

Calentaremos el aceite a una temperatura media y cuando esté listo vamos friendo los donuts. La razón por la que os decía antes que es mejor colocarlos en papeles de horno es porque si intentas cogerlo el donut se deformará. Si está sobre un papel de horno podemos echarlo al aceite directamente con él e inmediatamente se despegará sin que el donut pierda su forma.

El tiempo que tarda en freir es relativo pero os adelanto que es muy breve, unos 30 segundos por cada lado.

Una vez fritos todos los donuts podemos pasar a decorarlos. 

Si queremos decorarlos con chocolate sólo necesitaremos una tableta de fondant que derretiremos al baño maría o en el microondas y a la que añadiremos un poco de mantequilla y leche.

Si queremos el donut tradicional necesitaremos agua y azúcar glas. Añadiremos el azúcar al agua hasta que nos quede una mezcla melosa y espesa en la que iremos introduciendo los donuts que dejaremos secar en una rejilla.

Otra opción es no hacerle agujero al donut. De esta manera y una vez frito podremos coger una manga pastelera con una boquilla de metal que nos ayudará a agujerearlo y llenarlo de lo que prefiramos (chocolate, dulce de leche, mermelada, crema pastelera....)

Bueno, espero que disfrutéis la receta y que hagáis muchíiiiiiiisimos donuts. Si tenéis niños les encantarán.

Dejad un comentario si os ha gustado y no dudéis en hacerme las preguntas que queráis.

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UN BESO