Porque el rosa me hace feliz....

Hoy es el día internacional de la Felicidad. La verdad es que no tenía ni idea, lo leí esta mañana en el facebook. Se celebra hoy por primera vez tras ser aprobado el año pasado por la ONU. La razón es que se entiende que la búsqueda de la felicidad es un objetivo humano fundamental. 

Por cierto que hablando de la búsqueda de la felicidad me viene a la cabeza una película preociosa de Will Smith en el que narra el descenso a los infiernos de un padre de familia y de cómo con constancia y trabajo logra superar todos los obstáculos (película absolutamente preciosa y recomendable)

 

Pero si algo identifico yo con la felicidad es el color rosa. Es el color de la felicidad, mi color de la felicidad. Y es que me encanta el rosa. Me vestiría siempre de rosa, lo tendría todo rosa... ay sí ya se que soy una cursi pero me encanta el rosa. Incluso en mi adolescencia pasé una época grunge (o llamémosle tontería) en la que llevaba el pelo con mechas rosas.

Y otra cosas que me gusta.... pues las galletas. Sí, sí, las galletas. Es entrar en el pasillo de las galletas de cualquier centro comercial y volverme loca.... Menos mal que mi pepito grillo me dice STOP, que si no....

En fin, que me enrollo, jejeej. La cosa es que hoy visitando blogs descubrí una receta en el blog de Esmeralda, de recelandia, que por su sencillez me volvió loca y le aseguré que hoy mismo me pondría con ella. Y claro, no lo podía fallar. Eso sí, mantuve su esencia pero incorporé algunas cositas para darle mi toque. Ahí va la receta

INGREDIENTES

300 gramos de harina

140 gramos de maicena

200 gramos de azúcar

una pizca de sal

15 gramos de levadura

1 huevo

250 ml de nata

unas gotitas de concentrado de cheesecake

colorante en gel rosa

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 170º. En el bol de la amasadora mezclamos todos los ingredientes secos: la harina, la maicena, la levadura, el azúcar y la sal.

En el mismo vaso donde medimos la nata añadimos el huevo, el colorante rosa y las gotitas del sabor concentrado y mezclamos.

Ponemos la amasadora a funcionar a velocidad muy bajita y vamos añadiendo el líquido para que se vaya mezclando

 

 

Cuando ya lo tengamos todo incorporado nos queda el momento más "engorroso". Volcamos la mezca en la meseta sobre la que habremos puesto un poco de harina.

E iremos amasando hasta tener una mezcla compacta y maleable. Seguramente que tendremos que ir incorporando algo de harina a la masa para manejarla mejor. No os preocupéis, pues la mezcla estará lista en el momento en el que no se pegue ni a nuestras manos ni a la meseta.

 

La masa resultante la dividiremos en dos y con la ayuda de un rodillo estiraremos y dejaremos la masa con un grosor de unos 4 ó 5 milímetros. Cogeremos el cortador que más nos guste y listo (yo escogí la estrella, por eso de la estrella de la felicidad, jejejej)

Colocamos nuestras estrellas separaditas en la bandeja y las dejamos en el horno durante 20 minutos aproximadamente (o hasta que veamos que se van dorando).

Por cierto que si queremos que no cambie demasiado el color las sacamos antes de tiempo, antes de que estén hechas. Las dejamos enfriar y luego volvemos a meterlas en el horno una vez que esté apagado durante 20 minutos  con el calor residual. El color nos quedará perfecto.

Conseguiremos aproximadamente 30 galletas deliciosas, ideales para el café a media tarde, o para el desayuno, o para la cena, o para lo que queramos porque están buenísimas.....

 

La levadura les da mucha esponjosidad y .... en fin, que las probéis y me contéis jejejejej

Como siempre, besazos y a la espera de vuestros comentarios